A ocho años del asesinato de Rodrigo Quintana, el juicio inició con preocupaciones por la posible pérdida de pruebas clave en el proceso.
El juicio por la muerte del dirigente liberal Rodrigo Quintana, ocurrida la madrugada del 31 de marzo de 2017, inició este jueves tras ocho años de dilaciones. Familiares y allegados expresaron su preocupación por la posible pérdida de pruebas clave, lo que podría afectar el proceso judicial.
Diego Garcete, exconcejal de La Colmena y testigo del hecho, lamentó la prolongada espera para el inicio del juicio y denunció que no se tiene certeza sobre las evidencias disponibles. Según indicó, existen rumores de que varios elementos probatorios, como registros audiovisuales, podrían haberse extraviado con el tiempo.
Garcete destacó que la única persona con participación en la querella adhesiva es la expareja de Quintana, quien, según denuncias, habría interpuesto múltiples acciones que trabaron el desarrollo del caso. Esta situación ha generado cuestionamientos sobre el acceso a la justicia y el derecho de los padres a intervenir en el proceso.
El asesinato de Quintana ocurrió durante el asalto policial a la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) en la madrugada del 31M, en un contexto de protestas contra la enmienda constitucional impulsada en ese entonces. La demora en el juzgamiento del caso ha sido motivo de constantes críticas, tanto a nivel nacional como internacional.
El juicio continúa con incertidumbre sobre las pruebas que serán presentadas y la posibilidad de esclarecer los hechos. Organismos de derechos humanos y sectores políticos siguen de cerca el desarrollo del proceso, exigiendo transparencia y justicia para la familia de Rodrigo Quintana
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