Problema del “12″, más mental que futbolístico
La hinchada alba, que acudió en gran número al estadio Arsenio Erico aprovechando el feriado, jugó su propio partido, aunque el aliento al equipo se transformaba en presión, porque los ataques, que generaban expectativa, terminaban en la nada.
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El arbitraje no pasó desapercibido, que es lo ideal. Es que el joven Derlis Benítez pintó de amarillo al debutante albiazul Cañete de movida. La determinación fue correcta, pero se esperaba la misma rigurosidad en las demás acciones, que no se dio.
El tricolor Jacquet recurrió a una falta táctica para frenar a Sanabria sobre el final del primer tiempo y fue bien amonestado. El tema es que a poco se ser exhibida la primera tarjeta amarilla del juego, el zaguero cometió una falta contra Núñez que merecía una sanción disciplinaria, que si se hubiese aplicado, la Academia tendría que haber quedado con 10.
El duelo fue caliente. Los fanáticos nacionalófilos reclamaban absolutamente todo, inclusive al técnico de gran campaña. Los locales tenían el dominio territorial, pero no les caía una idea ofensiva para romper el cero.
En el amanecer del segundo tiempo, la Academia llegó al gol, con suma facilidad. Gustavo Caballero recepcionó el balón en el área y maniobró frente a tres defensores que no se animaron a tocarlo. Traslado con paso liberado, giro y resolución del volante.
El espectáculo cambió completamente. El elenco que tenía que ganar para seguir en la punta actuó con más tranquilidad, su juego resultó más fluido y el conjunto que necesita de los puntos para permanecer en Primera atacó con desorden. El problema del “12″ es más mental que futbolístico. Para por el convencimiento de sus futbolistas, que por algo están en el circuito y que deben hacer esfuerzo adicional para evitar la caída a la Intermedia.
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