Un terrible suceso conmocionó a la pequeña comunidad de Toro Pampa, Alto Paraguay, ayer. El cuerpo sin vida de Mónica Monserrath Agüero de León yacía inerte. A su lado, un charco de sangre que revelaba que había sido brutalmente asesinada. Tres heridas y un hombre terminaron con su corta existencia.
Con solo 16 años, la joven pasó a integrar la larga lista de víctimas de feminicidio en el país.
En la madrugada del jueves, Mónica compartía una ronda de tragos con un grupo de amigos, sin saber que un triste final la esperaba en casa. Allí fue después con Liel Leite (25), su verdugo. Una escalofriante escena es la que se vio después: un vecino la halló muerta.
En su último suspiro, la jovencita se arrastró con lo que le quedaba de fuerzas hasta salir de la pieza, mientras se desangraba.
“Tenía tres cortes producidos por un arma blanca”, contó a EXTRA el comisario Zacarías Centurión: en la mano, el muslo y uno certero en el cuello. De acuerdo al jefe policial, testigos dijeron que la menor mantuvo una relación informal con Leite. Otros mencionaron que ella le habría querido robar dinero, por lo que el muchacho reaccionó.
Tras el crimen, el jornalero huyó. Horas después, fue atrapado. “Logramos dar con él, estuvo escondido en un establecimiento”, dijo Centurión, quien detalló que Leite casi no habló pero reconoció que estuvo con ella. “Dijo que tiró el cuchillo por el monte”, manifestó. El hombre está en la Comisaría 1ª de Fuerte Olimpo.
El terrible desenlace que tuvo la joven dejó conmocionados a los chaqueños, que sacaron a luz la vida ajetreada que llevaba la hoy fallecida.
Mónica, efectivamente, tenía más antecedentes que años, según consta en los registros de la policía de Vallemí (Concepción), incluso estuvo imputada por el homicidio de un guardia y tenía unas seis denuncias en su contra.
El crimen afectó a dos humildes familias que hoy lamentan el desafortunado destino que tuvieron ambos jóvenes. El caso está a cargo de la fiscala Teresilde Fernández.
“La cuchillera”: Así le decían en Vallemí
Mónica era muy conocida en Vallemí (Concepción). Allí le decían “la cuchillera”. De acuerdo a los datos que maneja la policía de esa ciudad, la chica, a su corta edad, tenía la fama de andar con cuchillo en mano y así arreglaba sus diferencias.
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