El Ministerio Público ordenó la detención de agentes de la Policía Nacional sospechosos de haber secuestrado a un supuesto traficante de drogas y una carga de 30 kilos de cocaína ayer en Luque. Dos de los sospechosos ya se entregaron.
Un fiscal ordenó la detención preventiva de un grupo de agentes de la Policía Nacional señalados como los autores del presunto secuestro de un supuesto traficante de drogas ocurrido el sábado en la ciudad de Luque.
El fiscal Federico Delfino ordenó la captura preventiva de los agentes policiales Luis Miguel Colmán, Ramón David García, Pedro Antonio Blanco y Richard René Rojas, además de otra persona identificada como Carlos Antonio Aquino, por el supuesto secuestro de Édgar Ayala (27 años de edad), comericante y supuesto traficante de drogas.
El fiscal Delfino ordenó además la búsqueda de Ayala, cuyo paradero sigue siendo desconocido.
En horas de la madrugada del sábado se reportó que Colmán y García ya se presentaron ante las autoridades y quedaron detenidos.
Colmán, García, Blanco y Rojas forman parte del Grupo Operativo 1 de Investigaciones de Asunción, y estaban fuera de servicio el viernes en horas de la siesta, cuando presuntamente capturaron a Ayala y una carga de 30 kilogramos de cocaína.
Rapto a plena luz del día.
Vídeos de cámaras de seguridad en la zona del rapto muestran a Ayala llegando al sitio en una camioneta Toyota Hilux Surf de color azul, que estaciona entre otros dos vehículos, otra camioneta del mismo modelo, de color oscuro, y un Kia Sportage bordó.
Ayala subió al Kia hasta que llegó al sitio otro automóvil, un Toyota Allion blanco, del que descendió un hombre que portaba un bolso negro con el que se acercó al Kia, momento en que emergen de la camioneta Hilux oscura dos hombres armados, uno de los cuales lleva al hombre del bolso a una camioneta Toyota Fortuner blanca, propiedad del policía Pedro Blanco.
Luego se retiró del sitio el Kia Sportage, del cual no se ve que Édgar Ayala haya bajado, seguido por la Toyota Hilux oscura. Los policías olvidaron la camioneta de Ayala, que quedó abandonada en el sitio con el motor en marcha.
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