El responsable no excluyó, sin embargo, que los JJ.OO. (23 de julio-8 de agosto) puedan disputarse sin espectadores, cuando el coronavirus golpea todavía al mundo. “La disputa de los Juegos es nuestro punto inflexible y, partiendo de esa base, no hablamos de nada más”, dijo Muto, por lo cual una anulación “no se discute”.
Pero a seis meses de la apertura, el espectro de la anulación vuelve a acosar a Tokio 2020. Frente a casos récord de covid, el estado de urgencia fue reinstaurado este mes en una gran parte de Japón, incluida Tokio. Preocupados por la situación, más del 80% de los japoneses se oponen a los Juegos, prefiriendo otro aplazo o anulación, según sondeos.
“Evidentemente, las condiciones a imponer serán muy importantes”, concedió Muto, “es obvio que necesitamos la comprensión y el apoyo de la población. Queremos preparar los Juegos basándonos en estos principios”.
“La situación sanitaria (...) es muy grave, y es normal que mucha gente esté nerviosa”, añadió. Sin embargo cree que con la vacunación, la opinión pública cambiará. En Japón, las inyecciones podrían comenzar a finales de febrero pero no deberían extenderse a toda la población antes de mayo.
Muto repitió que “no han tratado la posibilidad” de hacer la vacuna obligatoria a deportistas o fanáticos.
Pero muchas preguntas siguen vigentes, ya que las fronteras están cerradas a extranjeros, y los grandes eventos son limitados al 50% de capacidad, con límite de 5.000 personas. Una decisión sobre el número de espectadores para los Juegos será tomada en los próximos meses. “No es deseable que no haya aficionados”, insistió Muto, sin poder garantizar por ahora la presencia de espectadores: “No puedo hacer predicciones”.
Muto reconoció que es muy poco probable que la pandemia sea controlada pronto, pero “es precisamente por ello que debemos acordarnos de los valores olímpicos”. AFP
Via ABC Color https://www.abc.com.py
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