Hay cifradas esperanzas para que la excelente remera brille en lo más alto en los preolímpicos.
“Las chances siempre están. Eso es seguro. Nunca hay que dejar de intentar. Creo que es bastante factible lo que es la clasificación. Por sobre todo es entrenar duro, más todavía ahora, que hay tiempo para poder entrenar. La verdad que venimos hace un año entrenando fuertísimo, me da mucha satisfacción por ese lado. Ya tengo muchas ganas de correr y ver qué pasa”, comienza analizando Alonso, quien ya tiene experiencia como finalista olímpica en los Juegos de la Juventud en Nanjing 2014.
“Hay muchas chances. Estuvimos haciendo, por ejemplo, durante la cuarentena, la Copa América de remoergometro, que, aunque no flota en el agua, te da una radiografía de cómo estamos y en esa oportunidad salí segunda. Eso me da bastante esperanza para poder estar en el podio y no solo pensar en la clasificación, sino que me voy con chances de poder estar en el podio y ni que decir buscar la dorada”, añadió entre risas de ilusión Ale.
Sobre sus aprestos manifestó que “nos venimos preparando bastante bien, a full”. Pero, aunque la pandemia nos trae complicaciones como el distanciamiento social a este deporte, sí aporta incertidumbre, ya que, cuenta, Ale, no está definido aún la nueva fecha del preolímpico.
“El 15 de febrero se estaría anunciando cuál sería la próxima fecha, porque tendría que haber sido a finales de enero, pero a finales de noviembre se decidió postergar y dejar otra vez una ventana, sin fecha, estaba una tentativa entre marzo y abril. Pero nos venimos preparando bastante bien. Creo que las pruebas en el remoergometro y en el agua están dando muy buena perspectiva de lo que va a ser el preolímpico”, explicó.
Pero el 2020 le dejó suficientes aprendizajes para poder arrancar fuerte el año olímpico, tales como adaptarse a la adversidad, lidiar con la incertidumbre y no perder el foco. “Haciendo un balance del 2020, que no fue tan querido. Sin embargo, estoy agradecida porque me hizo más fuerte, más paciente y sobre todo más humana. Entrenar sola en casa, durante la cuarentena, sin mis compañeros, ni entrenador, me puso en un lugar privilegiado, creo yo, para poder enfrentarme a mí misma, descubrirme por dentro, para poder batallar las cosas que no todo el mundo está dispuesto a enfrentar. Así que gracias, 2020. Me hizo tocar fondo, y pude empezar un 2021 más fuerte y con la frente en alto”.
Concluyó Ale: “Creo que sobre todo el aprendizaje que me dejó es que puso en manifiesto mi capacidad para adaptarme a la adversidad, y en este caso poder reinventarme, porque estuvimos mucho tiempo encerrados, y era buscar la manera de no perder el foco, por más que todo sea incierto, seguir soñando”.
Fátima Martínez
Via ABC Color https://www.abc.com.py
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