Aquel 30 de octubre de 1988, el cañonero Miguel Martínez había convertido los dos tantos para que nuestro combinado llegue a la gloria por primera vez.
Luego vendrían otros dos campeonatos mundiales, en Paraguay 2003 y en 2007 en Mendoza, Argentina.
Una hegemonía verdeamarilla cercana a los 1.000 partidos internacionales invictos, desde 1957, caía en manos guaraníes en el Entertainment Center, en la tierra de los canguros.
Ortiz había convertido para la selección de Brasil, apenas se iniciaba el partido, a los 57″, y la paridad que llegaba a los 12′08″ de la primera mitad, con el primer gol de Martínez. Y para dar mayor brillo al cetro, cercano a la finalización del cotejo, a los 17′44″ de la complementaria, un pase de taquito del mágico Carosini, culminó con el furibundo remate de Martínez y en las redes del mítico portero rapai Panza.
Los componentes del plantel, dirigido por el desaparecido Miguel Alarcón, asesorado por el estratega Eladio Báez, fueron: Luis Alberto González, Gilberto Pagliaro y Flaminio López (arqueros); Ramón Carosini (capitán), Óscar Basualdo, Miguel Martínez, Carlos Salinas (+), José Carlos Romero, Hugo Villamayor, Luis Gualberto Martínez, Silvio Arévalos y Demetrio Frágueda.
Particularidades. Hasta ahora, el único jugador desaparecido del lote campeón del mundo es Carlos Salinas, quien recientemente se nos adelantó en su retorno a la Casa Celestial.
Otra de las particularidades del grupo fue que uno de los porteros, Flaminio López, se quedó por Australia, llegando a jugar el fútbol grande.
Y uno de los hechos que enorgullece a nuestro salonismo, fue la presencia de Ramón Carosini, uno de los mejores jugadores del salonismo del mundo, electo por medios internacionales. El maravilloso pivot fue catapultado al exigente salonismo español por su sensacional juego, donde se encuentra radicado y ejerce la profesión médica.
Via ABC Color https://www.abc.com.py
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