Rápido y furioso

Y por sobre todo, meterse de lleno en un torneo Apertura que parecía haber quedado en segundo plano para Libertad, Olimpia y Guaraní, atendiendo la cercanía de la reanudación de la Copa Libertadores.

Especialmente para Gumarelos y Decanos, ambos habiendo aprobado con creces y goleadas sus exámenes del fin de semana, lo que acontecía en el Kilómetro 12 de Luque los reinsertaba en la lucha por el torneo a falta de cuatro capítulos para el final.

General Díaz se puso 1 a 0 arriba al inicio de la segunda etapa y golpeaba a un Cerro Porteño que había dominado el juego, aunque sin la profundidad suficiente para gobernar el score.

“Hay campeonato”, se escuchó bien fuerte en más de un rincón, y Arce mandó dos cambios al hilo para evitar la caída de la imbatibilidad desde la reanudación del fútbol.

Ante la expectativa general, quedaba por ver la reacción azulgrana con Josué Colmán y Ronaldo Martínez acompañando a una tropa que supo rebelarse desde el primer instante en el que el resultado fue adverso.

Los ingresos fueron claves, pero quienes estaban adentro ejercieron tal presión en busca de dar vuelta la realidad, que esta vez el de Arce fue un equipo rápido y furioso, muy parecido al del triunfo en Villarrica.

Alberto Espínola, Juan Patiño y Santiago Arzamendia se convirtieron en delanteros, Lucena acompañó bien siempre y Claudio Aquino siguió sumando puntos para ser la gran figura de este conjunto que va rumbo al título.

Justamente el argentino, ayudado por un rebote, lo empató para corroborar que la fe es uno de los grandes argumentos del equipo.

Y si hay mucho con que acompañarla, la fe da resultados inmediatos.

Por eso, un minuto más tarde, con todo General Díaz pensando en volver a ponerse arriba en el marcador, se vio al Ciclón rápido y furioso.

De estar abajo lo dio vuelta con una contra sensacional encabezada por Arzamendia y definida en gran forma por Ronaldo Martínez.

Todo estaba en orden, la décima victoria consecutiva se encaminaba y la ilusión de acortar las cosas para quienes venían desde atrás se esfumaba.

Y más allá de algún intento aislado del rival, Aquino metió caja quinta, se sacó de encima a tres rivales y asistió a Ronaldo Iván, para que este definiera con gran calidad y abrochara un nuevo paso al título.

Un equipo que sabe lo que tiene, como imponerlo en momentos cruciales y que se puede dar el lujo de prescindir circunstancialmente de algún nombre. Como pasó con Diego Churín, Mathías Villasanti y en su momento con Ángel Cardozo Lucena.

Físicamente afinadísimo, mentalmente fuertísimo y acostumbrado a ganar.

Con un envión en la tabla muy parecido al que se ve en la cancha, los momentos inciertos vividos en la cuarentena dieron paso a la creación de un equipo que sale de memoria y que no se resiente las veces que se recurre al banco de suplentes.

Todo esto con la marca registrada de Francisco Arce, en esta versión 2020 y esta décima obra denominada “rápido y furioso”, sinónimo inequívoco del Ciclón que se vio el último fin de semana.

@Fedearias77

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