Con aroma de campeón

Siempre se tuvo fe

Así como Diego Churín, en un momento que invitaba al desconsuelo total, tras fallar su tercer penal contra Alfredo Aguilar y recibir una airada descarga dialéctica de parte del arquero, quizá como respuesta a alguna provocación previa a la ejecución.

Sí, así como Churin, Cerro Porteño no sintió el impacto del penal fallado, como suele pasar en este tipo de choques en donde hay tanto en juego.

Fue así que el equipo de Arce generó las mejores situaciones en medio de un trámite con muy poco peligro en la etapa inicial.

Olimpia, el equipo que debía salir a recortar diferencia, solo tuvo como argumento favorable cierto control del balón, pero carente de situaciones.

Con Roque de espaldas al arco rival, Huguito Fernández y Jorge Rojas sin imponerse por los costados, los franjeados necesitaron mucho más de un Derlis González que tuvo algunos arranques pero sin buenos finales.

Por eso Cerro Porteño siempre fue más picante, y además del penal desperdiciado, tuvo otra clarísima oportunidad con un remate de Carrizo que sacudió el travesaño del arco franjeado, sobre el final de la primera etapa.

Ese final del primer capítulo tuvo su extensión al inicio de la complementaria, con un Cerro que impuso condiciones de verdad y jugó en forma permanente cerca de la valla de Aguilar.

Se enchufó Aquino, empezaron a subir con frecuencia Espínola y Arzamendia y el gol empezó a estar cerca del arco visitante.

Olimpia ya no tuvo el control del esférico y la dupla Arias-Torres inspiraba desconfianza ante los avances del rival.

Viudez reemplazó a un insípido Jorge Rojas buscando manejo y el resultado fue totalmente frustrante, para Daniel Garnero.

En medio de un marcado dominio azulgrana, Carrizo llevó el balón en forma vertical, Churín en su afán de desmarcarse se resbaló y cortó la carrera del Pachi, pero persiguió el balón que en lugar de ser rechazado por Iván Torres, este intentó una fallida gambeta que le dejó el balón picando al golpeador dentro del área decana, culminando la obra con un remate al primer palo que venció la floja presencia de Aguilar.

Festejo loco, la garganta llena de gol y la devolución de gentileza al arquero rival, sentándose a pura dedicatoria encima del balón, en la propia línea de gol del arco vencido.

El fútbol le había dado su revancha a Churín y el merecimiento al equipo que mejor nivel mostraba.

Lo que antes mencionamos, ya con Ale Silva en la cancha, Viudez recibió dos tarjetas amarillas en dos minutos y dejó a su equipo con diez.

Olimpia peleó el control de balón y empezó a enviar centros al área local, en la que Patiño y el Pulpito Duarte se lucieron una vez más.

Nunca cercano al empate, el Decano apostó todas sus fichas a un tiro de esquina en el minuto noventa, y se quedó sin relevos al perder el balón.

El resultado fue la corrida de Ruiz y Cardozo Lucena, bien habilitados para enfrentar al solitario Aguilar, el toque del zurdo para el volante y el festejo de saber que se sentenciaba el superclásico y gran parte del campeonato.

La diferencia que marca la realidad de ambos fue notoria e hizo que quede vacío el expediente de poner en duda la legitimidad de la misma.

Olimpia quedó con el orgullo herido y la prontitud de reinventarse rápidamente si quiere avanzar de fase en la Copa.

Para Cerro Porteño, esta era una materia pendiente que la pasó con creces y lo ubica muy cerca de la gloria.

Un equipo con hambre, que sale a ganar, que sabe como hacerlo y supera momentos dificultosos.

Un equipo que a falta de cinco fechas, tiene un inconfundible aroma de campeón.

“Trabajo y humildad, las bases”

El volante Ángel Cardozo Lucena además de buen rendimiento marcó ayer un gol en la victoria de Cerro Porteño en el clásico. “Cada uno de nosotros tuvimos que llamarnos a silencio y gracias a Dios hoy estamos aquí. En el fútbol no hay secreto, es trabajo y humildad. Esas son las bases”, expresó el futbolista azulgrana.

Cardozo Lucena señaló que “fue una victoria importantísima por como venía el equipo. Hicimos mejor la tarea, el juego en sí porque en el primer tiempo con el penal que no entró y otra posibilidad de Pachi (Carrizo), después manejamos bien el partido. En ningún momento el equipo se vio sobrepasado”.

Consultado sobre el secreto de los nueve triunfos al hilo, respondió: “Es mucha autocrítica de todo el plantel. Quedan puntos a disputarse pero no hay que quedarse con eso” y sobre el gol que marcó, el segundo, enfatizó “lo estaba buscando y se dio, y va dedicado a mi esposa, a mi hija y al que está en camino”.

@Fedearias77

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