Gana hasta sin jugar bien
Un desarrollo de primer tiempo impensado, por como llegaban los equipos. Presión local, incomodidad visitante por el terreno de juego y casi nula intervención del arquero albiceleste Don por la falta de profundidad del Ciclón, que tuvo un par de tiros de esquina, un desborde y nada más. Poco para un elenco que estaba acostumbrado a otra cosa. Guaireña, como “pez en el agua”, marcó dos goles, aunque solo uno subió al marcador. Primero anotó el movedizo Marín, pero se anuló a instancias del VAR por posición adelantada de Salcedo, quien fue el que asistió al compañero.
Sobre el final de la etapa inicial, una triangulación entre Marín, Ayala y Sasá, quien le ganó la posición a Duarte y estableció la “ley del ex”. Era un premio al mejor desempeño. Al no tener un referente de área, los creativos azulgranas necesitaban hacer un esfuerzo mayor para trasladar el balón y acompañar a Ronaldo Martínez, de escaso aporte.
En la complementaria se vio a un Cerro más intenso, adelantando sus líneas por imperio de las circunstancias. Fue empujando hasta que llegó al empate por intermedio de Alberto Espínola, al conectar un rebote de Don tras una intervención de Ruiz.
Cardozo Lucena salvó una pelota de gol en una respuesta guaireña casi inmediata y el espectáculo se volvió emotivo, porque estaba para cualquiera de los dos conjuntos. Sobre el final apareció el Ciclón en su máxima expresión. Mucho tuvo que ver el temperamento transmitido por Patiño, el protagonismo de Aquino para marcar el gol de la victoria en un día en el que la atención estuvo más centrada en una posible violación del protocolo sanitario que en el propio juego, el más complicado para el “Chiqui” desde el reinicio del torneo.
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