El arzobispo explicó primeramente el calendario litúrgico y que el segundo domingo de cuaresma se celebra la fiesta de la Divina Misericordia. Tras ello realizó una extensa homilía dedicada al evangelio del día, en que que se recuerdan las apariciones de Jesucristo a sus apóstoles tras resucitar.
Posteriormente indicó que este domingo de la misericordia toca profundamente nuestras vidas en plena pandemia que ha desestabilizado la sociedad e incluso hace que nos consideremos unos a otros como un peligro, nos hace dudar y la desconfianza domina nuestras vidas sociales y eso hace que "descartemos" en cierto sentido al semejante.
Pide a los fieles que se percaten del mal sicológico y social que influye tremendamente en nuestra cultura, la sociedad y sobre la misma iglesia. "Sin comunidad, nos sentimos distanciados, lejanos, virtualmente cercanos, pero físicamente pensamos que el otro es un enemigo, es amenaza a mi salud individual, un peligro del que debo cuidarme. A eso hemos llegado", dijo.
Luego explicó que en estos momentos es cuando más que nunca la Iglesia necesita recuperar la experiencia de comunidad y pidió que se puedan celebrar nuevamente misas y confesiones. " Más que nunca, la Iglesia necesita recuperar la experiencia de comunidad. No podemos vivir de eucaristías virtuales. La Iglesia tiene tan fuerza para sanar como los médicos, éstos sanan el cuerpo, pero no basta. La misión de la Iglesia, que significa comunidad, está en reunirse las personas para encontrarse, sentirse amados, rezar y celebrar juntos los misterios de nuestra fe. Debemos retornar cuanto antes a la celebración de los sacramentos, especialmente el de la Reconciliación y el de la Eucaristía. Debemos retornar cuanto antes a esa vida de la Iglesia. Los sacerdotes y diáconos, los catequistas y ministros extraordinarios de la eucaristía son tan trabajadores como otros trabajadores. Somos trabajadores de la viña del Señor y debemos recuperar nuestra misión.", indicó.
Explica que no solamente es necesario el alimento material, sino también " con los gestos de solidaridad, se transmite la confianza, la cercanía, el afecto, la oración y la comunidad de fe".
El arzobispo afirma que la sanación espiritual es tan indispensable para la sociedad y que las medidas actuales nos imponen una manera de vivir contraria a la convivencia humana en que nos reducen a convertirnos en "seres virtuales que dependen de podres ocultos, sin rostro, del Internet, del celular...todo virtual…"
En otro momento afirmó que "se impone cuanto antes salir de estas largas cuarentenas, por supuesto, con todos los cuidados sanitarios correspondientes, tanto a nivel de los templos que deben ser abiertos, como de las personas y grupos reducidos participando de las celebraciones. Estamos en conversación con las autoridades nacionales para abrir los templos y en grupos reducidos, con las precauciones sanitarias tanto personal como ambiental, poder celebrar los sacramentos. Sin duda, será una gran oferta de sanación para muchísimos cristianos".
Ya culminando mencionó que el hermano nunca puede ser un peligro, que con los mismos debo compartir el rostro, la sonrisa, la alegría o alguna pena. "Los primeros cristianos aprendieron a vivir en comunidad. Ahí es donde la fe crece y se robustece, en la comunidad. La enseñanza de los Apóstoles, tan expertos en haber convivido en comunidad con Jesús, es la fuente de la oración, del compartir y de la fracción del pan o eucaristía familiar.
Finalmente pidió a los fieles que hagan sus propias huertas familiares y que puedan compartir con sus vecinos porque “todos necesitamos”, así como están trabajando hoy en día las comunidades cristianas que se organizan para la solidaridad con los pobres, “cada parroquia o cada capilla está abocada a un programa de olla popular o de un comedor estable y diario para quienes tienen hambre. Este el momento de compartir. Sé que también se les ha distribuido unas macetas llenas de verduras y semillas para sembrar en la propia casa. De la tierra y del agua sale la comida. Qué bueno es pues, que cada hogar tenga su huertita y pueda compartir con los vecinos algo de su propiedad. Todos nos necesitamos”, concluyó.
source https://www.abc.com.py/nacionales/2020/04/19/arzobispo-pide-que-feligresia-pueda-volver-a-los-templos-en-grupos-reducidos/
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