Reinaldo Javier Cucho Cabaña construyó un imperio rodeado de lujos inimaginables para el común.
Basta con observar los vehículos de alta gama en los que acostumbraba dar sus paseos.
Allegados al Pablo Escobar esteño aseguran que una de sus debilidades son los autos deportivos, versión que coincide plenamente con la flota que fue incautada semanas atrás en el Area 1 de Ciudad del Este.
Entre los 23 rodados se encontró, por ejemplo, un Lamborghini, cuyo costo orilla los G. 500.000.000; también tenía un Chevrolet Camaro que, por lo mínimo, cuesta G. 280.000.000 en el mercado local y que, comparando mal y pronto, equivaldría a 132 sueldos mínimos para cualquier trabajador “común”.
Una fortuna
El supuesto narco esteño invirtió en sus “juguetes” la modesta suma de G. 3.147.458.825, que ahora pasó a manos del Estado.
Los responsables de la Operación Berilo informaron que los autos irían a remate; la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico) será la encargada de la negociación.
La titular de la mencionada institución, Karina Gómez, había dicho que pedirían una “venta adelantada” al juez, ya que son vehículos muy costosos que podrían perder su valor si se espera hasta la sentencia del más mediático capo mafioso de los últimos días.
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