A sólo 12 minutos del amistoso entre Olimpia y el Nacional de Uruguay, Arnaldo Samaniego, árbitro del partido, se vio obligado a interrumpir el compromiso debido a los actos de violencia que tuvieron lugar en la zona de los puestos sur.
La confrontación entre los miembros de la propio barra, además de forzar la pausa del juego, causó gran susto y registró algunos heridos. También fue posible observar a los niños llorando de miedo y los aficionados caminando con terror a otros lugares más seguros.
La seguridad tuvo que intervenir para establecer el orden y continuar el partido después de varios minutos. Durante la transmisión se vio que la policía disparó balas de goma para calmar a los violentos, pero la gresca continuó afuera.
A raíz de estos incidentes, el presidente del club, Marco Trovato, utilizó sus redes sociales para expresarlo. "Para Uno son de los Olímpistas, no de los violentos, no van a entrar más", dijo el portavoz titular en su cuenta de Twitter.
Olimpia jugó su tercer partido de preparación antes del torneo local y la Copa Libertadores de América. El Decano todavía no gana y no puede marcar un gol después del empate con Crucero del Norte (0-0) y la derrota ante el Deportivo Capiatá (2-0).
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