Efectivos policiales de Mbocayaty y Villarrica en Guairá trabajan en otros rubros o directamente operan como guardias privados para comercios de la zona. El equipo periodístico Tierra de Nadie de GEN confirmó que el esquema funciona con la complicidad de los propios comisarios. Uno de ellos, tratando de justificar la situación, inventó que en su unidad existía una “división de inteligencia”.
El suboficial Juan Carlos Godoy figura como destacado en la Comisaría 9ª de Mbocayaty. Su prima es Norma Godoy, actual intendenta de la ciudad. Durante los días que el equipo periodístico estuvo en Mbocayaty, Juan Carlos Godoy estaba atendiendo con mucha dedicación su ferretería ubicada a metros de la comisaría local.
El pasado 8 de noviembre, Tierra de Nadie llamó –justo en el momento en que el agente policial estaba atendiendo su negocio– a la Comisaría 9ª. Atendió el teléfono el subcomisario Osmar Fleitas, quien dijo que Godoy estaba trabajando y que de tarde se le podía ubicar. “Él está destinado a una cobertura fija en la cancha”, explicó Fleitas.
Al día siguiente, fecha 9 de noviembre, el equipo periodístico encaró al suboficial Godoy, quien se limitó a decir que estaba trabajando y prácticamente huyó. No quiso responder cuando se le consultó qué hacía el día anterior en su ferretería. El subcomisario Fleitas trató por todos los medios de cubrir a su subordinado. Dijo que tuvo que decir por teléfono que Godoy estaba patrullando porque no sabía el origen de la llamada que consultó por él.
El suboficial Juan Carlos Godoy, en su ferretería, a metros de la comisaría local.
UNA DIVISIÓN DE INTELIGENCIA
El comisario Alfredo Amarilla es el director departamental de la Policía en Guairá. Amarilla dice que él creó una nueva división dentro de la estructura policial en su departamento, que es la de inteligencia. Este departamento, según los datos oficiales, está integrado por el suboficial Arístides Garcete.
Pero la historia de Garcete es peculiar. El equipo de Tierra de Nadie lo ubicó la primera semana de este mes en su casa, ubicada en la zona urbana de Villarrica. Vestía short, una remera casual y un kepis. Sus manos estaban con restos de aserrín y su ropa tenía mucho polvo, algo muy natural para quien trabaja como carpintero. En efecto, Garcete es carpintero que trabaja de forma regular y en el barrio todos lo conocen como tal.
Suboficial Arístides Garcete, en su carpintería de Villarrica.
Garcete se encarga de hacer el mantenimiento de muebles de la comisaría departamental de Guairá y trabaja todos los días en su casa. A pesar de que todos estos elementos fueron expuestos ante el comisario Amarilla, él siguió insistiendo en que Garcete es agente encubierto del departamento de inteligencia que él mismo creó, por lo que siguió defendiendo al carpintero. Sin embargo, luego de varios minutos, reconoció que había problemas en su unidad pero que se encargaría de resolverlos.
Para el Departamento de Recursos Humanos de la Policía Nacional, Garcete figura como personal de la comisaría departamental de Guairá, siempre según los documentos que se envían desde la comisaría. Eso sí, no existe ninguna división de inteligencia en dicha unidad policial. Además, el comisario Amarilla no tiene la capacidad legal para habilitar dicha división, confirmaron desde la propia Comandancia.
Suboficial Antonio Vera, frente a un supermercado.
GUARDIAS PRIVADOS
La situación del oficial Julio Fariña de la Comisaría 3ª de Villarrica es el típico caso de “guardias privados” que hacen efectivos policiales. Según datos oficiales de la Comandancia, todo el departamento de Guairá tiene unos 440 oficiales activos para atender la seguridad de los guaireños, algo que ante las evidencias, Fariña no cumple.
Lo que sí cumple Fariña es su rutina diaria de estacionar una camioneta sin chapa en una estación de servicio ubicada en el centro mismo de Villarrica. El equipo de Tierra de Nadie lo filmó durante días cumpliendo la misma labor; estacionarse en dicho local de venta de combustible y pasarse las horas tomando tereré, cuidando del local comercial.
Suboficial Julio Fariña, guardia en una Estación de Servicios.
Por lo que se pudo ver, Fariña se hizo conocido de los trabajadores de la estación de servicio, ya que en los días en que el equipo periodístico estuvo por la zona, el agente policial mantuvo efusivas conversaciones con los trabajadores del lugar o con los clientes que llegaban hasta allí.
Otro agente es el suboficial Luis Pereira, que pertenece al Departamento de Investigación de Delitos de la Policía de Guairá pero que se pasa prácticamente el día frente a una agencia telefónica de la capital guaireña. Allí, hablando con otros guardias de la zona o viendo su teléfono celular, Pereira se pasa como un guardia de seguridad más del local comercial.
El suboficial Antonio Vera es otro agente policial que está todo el día frente a un supermercado de Villarrica.
El suboficial Antonio Vera, otro día, también frente al Supermercado.
LO QUE DICEN LAS AUTORIDADES
La comisaria Elena Andrada, vocera de la Policía Nacional, dijo que requirió sobre estos cuestionamientos al comisario Amarilla de Guairá, quien le informó que desde que asumió el cargo encontró cosas “que no estaban bien” y que se comprometía a corregirlas.
El equipo periodístico contactó con el propio ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, quien aseguró que ningún policía puede hacer guardia de forma privada. Solamente los bancos pueden recibir cierta ayuda de seguridad, pero con un protocolo previo a ser cumplido, ya que por las características se considera a los bancos como lugares de posibles intentos de asalto.
Sobre el caso de los policías “planilleros”, Villamayor dijo que si corresponde, el ministerio realizará de oficio una investigación sobre el tema.
Según la fuente de este equipo periodístico, existen cerca de 40 policías “planilleros” en Guairá y cerca de 120 trabajan como guardias privados. Queda en manos de Villamayor y el ministerio investigarlos.
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