Bajo el lema "Jesús llama a los jóvenes a amar a Dios, a sus hermanos y hermanas y a la naturaleza creada", se realizó este jueves una misa en la Basílica de Caacupé dirigida especialmente a los jóvenes, muchos de ellos llegaron a la capital espiritual para celebrar el segundo año del Trienio de la Juventud.
"El amor exige de nosotros fortaleza, el amor es perseverante, no es inconstante", dijo el obispo dirigiéndose a los presentes. Aseguró que es el amor la roca más firme y sobre esta se construye la casa persevera y permanece.
Celebró la fortaleza de los cientos de jóvenes que llegaron este jueves hasta la casa de la Virgencita Azul en bicicleta y peregrinando, y pidió que su amor hacia ella sea siempre así de fuerte.
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